La reinvención de Milán

Con el proyecto Porta Nuova, la ciudad se extiende hacia las alturas, luciendo acero y cristal.

Que una ciudad sea considerada metrópoli depende en gran parte de su arquitectura. Y Milán, que a partir del 1 de mayo acogerá la próxima Exposición Internacional, crece en superficie, pero no a lo alto. La construcción que hasta hoy día sigue marcando la imagen de la ciudad noritaliana es su imponente catedral gótica. Por eso, los proyectos "Porta Nuova" y "CityLife" están destinados a reinventarla.

La estación Porta Garibaldi recibe al visitante con grandeza futurista. Cerca de allí, la "Torre Unicredit", el punto más elevado de "Porta Nuova", mide 231 metros de altura. Las viviendas, negocios y servicios que desde 2005 se construyen en este barrio están llamados a crear un nuevo centro para la ciudad. Más de 20 arquitectos de ocho países se han encargado de crear un Milán de vidrio, acero y hormigón que hasta ahora no existía.

Recomendamos: El país más pequeño del mundo (Fotogalería)

Milán nunca fue una ciudad especialmente vertical. Sólo unos pocos edificios destacan en su "skyline" y la modernidad llegó de la mano de construcciones singulares como la nueva universidad Bocconi. No obstante, el diseño forma parte del alma de la ciudad, que en ese sentido se ve obligada a una constante renovación.

Patricia Viel es socia de uno de los despachos de arquitectos más reputados, Antonio Citterio Patricia Viel and Partners. "Por un lado, en Italia tenemos una cultura arquitectónica destinada más bien a la conservación y sustitución", explica. "Y, por otro, en el país falta dinero para grandes inversiones".

Así, por ejemplo, la construcción de "Porta Nuova" la gestiona el desarrollador estadounidense Hines. Y en febrero, el proyecto fue adquirido por el fondo estatal catarí Qatar Investment Authority.

Por otro lado, un proyecto que rompe de forma tan radical con la estética de lo que le rodea como "Porta Nuova" también polariza. Las torres gemelas "Bosco verticale", cuyas fachadas están pobladas por unos 800 árboles y varios miles de plantas, fueron especialmente víctimas de críticas y burlas. Sin embargo, los expertos del sector las ven con ojos muy distintos: en 2014, un jurado les otorgó el premio internacional de rascacielos.

"Milán sufrió graves destrozos durante la Segunda Guerra Mundial. Y después, por desgracia, la reconstrucción no se hizo de forma provechosa, sostiene Patricia Viel. "Por ejemplo, faltan jardines públicos, parques y grandes espacios urbanos". Algo que intentan paliar los nuevos proyectos como "Porta Nuova", lleno de zonas peatonales, y "CityLife", con la mitad de su superficie destinada a parques.

Actualmente, la zona en la que se erigirá este segundo proyecto se encuentra todavía en obras. Pero el flanco sur ya está completado: allí pueden verse urbanizaciones de lujo diseñadas por Zaha Hadid y Daniel Libeskind, dos de los grandes nombres de la arquitectura mundial. "El 60 por ciento de las viviendas se ha vendido, casi todo a italianos", dice Giorgio Lazzaro, director de marketing de "CityLife". El precio por metro cuadrado se sitúa entre los 6,500 y 10.500 euros.

Desde los áticos se puede adivinar la configuración prevista para este terreno de unos 366,000 metros cuadrados. Una de las tres torres diseñadas se elevará 202 metros hacia el cielo. Muy pronto, en sus 50 plantas trabajarán unos 3,800 empleados de una gran aseguradora. Antes de 2017 también se prevé que estén listos los rascacielos diseñados por Zaha Hadid y Daniel Libeskind, a cuyos pies habrá un centro comercial.

Ni "Porta Nuova" ni "CityLife" están directamente relacionados con la Exposición Internacional que Milán acogerá hasta el 31 de octubre. Ambos proyectos fueron concebidos antes de que en 2008 la ciudad fuera declarada sede. Sin embargo, como confirman entre otros Patricia Viel, está claro que la Expo ha acelerado su construcción.