Más que el paraíso, Parte 2

La costa oaxaqueña, de Mazunte a Huatulco, acoge entre sus manglares y playas hoteles pequeñísimos, en donde la vida sucede al ritmo del mar.

Continuación

Los grandes complejos hoteleros ya no satisfacen las necesidades de los viajeros que buscan intimidad y autenticidad.

Hoy la tendencia apunta a reducir no sólo las habitaciones, sino a replantear la idea del lujo, a la que ya no la complace la tecnología ni la elegancia, y reivindica lo natural, la sencillez como el punto de partida de sofisticados conceptos hoteleros que son una mezcla entre lo boutique y lo casero.

La costa oaxaqueña, famosa por sus playas, por su atmósfera relajada, fauna y flora exuberante, pero sobre todo por su conciencia de recuperar lo propio, ofrece una oferta de pequeños hoteles en los que no sólo te sentirás en casa, sino fuera del mundo.

Aquí es casi el paraíso.

Hotel Bahía de la Luna

Entre Puerto Ángel y las Bahías de Huatulco está una playa escondida: La Boquilla, la anuncia apenas un letrero el cual, si te descuidas, lo pasas de largo. Al desviarte, te introduces a una carretera de terracería.

No te espantes si crees que no llegarás a ningún lado, al bajar la colina verás tu esfuerzo recompensado al contemplar la playa, que pareciera desierta, pero no: ahí, escondido entre árboles, está el Hotel Bahía de la Luna, compuesto por 11 búngalos integrados a la montaña.

Si estás dispuesto a cambiar el ruidoso aire acondicionado por un ventilador, la «banana» por un kayak, y prefieres la yoga a la disco, y quieres disfrutar de comida costeña combinada con vinos de calidad, este es tu destino.

Los dueños son una mancuerna entre un neoyorquino y un local que ofrecen no sólo tranquilidad, sino elegancia al natural.

Los búngalos son cómodos y muy bien diseñados, al igual que su restaurante y zona de descanso que reemplea objetos y accesorios cien por ciento mexicanos, con un toque de diseño contemporáneo.

Debido a la ubicación, sí debes estar dispuesto a ?enclaustrarte? y disfrutar la naturaleza al cien por ciento.

No te preocupes por cómo llegar, si vienes en avión pueden agendarte un taxi que te recoja y te lleve, también puedes tomar un taxi local, todos conocen, y recomiendan, esta playa.

También puedes contratar una lancha en Puerto Ángel y llegar por mar.

Algunos de los 11 búngalos son para hasta siete huéspedes, es ideal para las vacaciones familiares.

A pesar de que carece de piscina, no la extrañas, pues tanto niños como adultos se divierten revolcándose entre las olas; la playa es bastante tranquila.

Precios: desde 100 dólares por búngalo para dos personas hasta 350 dólares por la más grande (para siete personas, con cocina); en temporada alta, de 120 dólares hasta 390. Las tarifas por noche incluyen desayuno continental con huevos al gusto.

Reservaciones: info@bahiadelaluna.com, tel. (52-958) 5895-020, bahiadelaluna.com

Un sueño

Justo a un lado de Mazunte, está la playa San Agustinillo, refugio de viajeros internacionales, muchos de los cuales no sólo vienen año con año, sino que han decidido mudarse al Pacífico mexicano.

Es común que entre los hoteleros y restauranteros encuentres a más de un francés o italiano o canadiense o chileno transformado en un verdadero local.

Y ahí, en este paraíso cosmopolita, está el hotel Un sueño, integrado por 12 cabañas con personalidad y decoración única, cada cual inspirada en la cultura de un país con piezas adquiridas por los dueños a lo largo de sus travesías por el mundo y con una tendencia ecológica.

El gran atractivo es su ubicación: justo en la playa; además, cada cabañita tiene terraza privada con hamaca y sillas para disfrutar el paisaje y de la convivencia con otros viajeros.

Aquí, definitivamente, no te aislarás, al contrario, harás nuevos amigos, no sólo en las instalaciones del hotel, sino en la playa o en los amenos cafecitos, restaurantes y tiendas que dan colorido y diversión a esta playa, que a pesar de ser muy concurrida no es ruidosa y conserva una atmósfera relajada.

El restaurante del hotel, Un secreto, ofrece un menú sencillo y rico basado en los sabores del mar, aunque también se incluyen carnes y platillos internacionales.

Para el confort del huésped cuenta con una palapa de playa en la que podrás disfrutar de juegos de mesa.

Precios en temporada baja de 70 dólares. Más información unsueno.com. 

Cómo llegar

Para disfrutar de cualquiera de estas playas se puede volar a Huatulco o a Puerto Escondido y luego tomar un taxi, taxi colectivo o un autobús.  Por autobús se llega a Pochutla o a Puerto Ángel.

Por auto se recomienda la espectacular travesía desde la ciudad de Oaxaca por la Sierra Madre del Sur (carretera 175) o vía Miahuatlán (carretera 200 hacia el sur) o por Acapulco vía Pinotepa Nacional (carretera 200 hacia el oeste).