Hospédate en una casa porfiriana en la Roma

Ignacia Guest House es un exclusivo hotel boutique localizado en la Roma, Ciudad de México. Los huéspedes que lo visiten tendrán la oportunidad de conocer el interior de un edificio histórico de la época porfiriana. En esta casa podrás encontrar una fusión entre la tradición artesanal mexicana con el diseño contemporáneo.

El objetivo principal de Ignacia es que te sientas en casa.

El mobiliario del lugar dialoga entre el pasado tradicional y el mundo contemporáneo; incluyendo muebles de diseñadores como Eileen Grey, Eero Saarinen, Serge Mouille, Sean Dix y James Tan. Aquí podrás ver piezas exclusivas provenientes del taller artesanal del maestro alfarero José Cervantes, de San Agustín Oapan, Guerrero.

Este edificio histórico, en la Roma, alberga el recibidor, recepción, biblioteca, comedor, cocina y la master suite.

Por otro lado, en un edificio completamente nuevo, frente al jardín, se sitúan el resto de las habitaciones: La Azul, La Verde, La Rosa y La Amarilla que están dispuestas verticalmente en torno al patio central; con sendas terrazas. Es importante resaltar que cada habitación crea ambientes determinados en sintonía con el ambiente del complejo y podrás encontrar fotografías de diferentes partes de México.

En su cocina se utilizan ingredientes provenientes de los mercados tradicionales de la Roma. Leonardo, el chef, se encarga de que todo lo que se consuma sea preparado como en casa. La salsa está preparada de tal manera que no pica y la pueden probar todos los comensales. El pan artesanal es elaborado todos los días a las seis de la mañana. Aquí se preparan platillos al momento que van desde huevos al gusto, quesadillas, tamales y chilaquiles.

La mermelada es elaborada con naranjas del jardín de Ignacia.

¿Por qué se llama Ignacia?

Ignacia dedicó casi toda su vida al cuidado de esta casa en la Roma, y gracias a su gran labor se convirtió en parte de ella y su impronta sigue vigente hasta nuestros días. Esta ejemplar mujer disfrutaba la casa como si fuera de ella y al final, prácticamente lo fue, la conoció hasta su último rincón y la administró con rigurosa disciplina; plantó dos naranjos en el jardín en el que ella descansaba.

Ignacia nació en 1914 y en 1929 llegó a esta casa porfiriana donde fue ama de llaves hasta el 2000, año en el que murió.

El chef Leonardo ha seguido el legado de Ignacia y, al igual que ella, busca satisfacer las necesidades de todos los que lleguen habitar la casa.

Este hotel boutique ha sido reconocido y galardonado a nivel internacional por su diseño interior, arquitectura y restauración, donde los huéspedes pueden dejar la rutina diaria para disfrutar de la historia, los jardines y los espacios donde por las mañanas pueden elegir un desayuno en el jardín a la sombra de un naranjo, o en la intimidad de un balcón privado.

Ignacia ganó la Medalla de Plata este 2018 en el concurso Bienal Nacional e Internacional de Arquitectura Mexicana.

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