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El sur de México alberga un tesoro de maravillas naturales. Desde los majestuosos cenotes, arrecifes y playas en la península de Yucatán, cada estado ofrece su encanto único. En Chiapas, las imponentes cascadas de Agua Azul y el Arco del Tiempo cautivan. Guerrero y Puebla revelan su grandeza montañosa, mientras que Tabasco y Veracruz muestran su biodiversidad en la selva y sus reservas naturales. En Oaxaca, Hierve el Agua y la Sierra Norte deslumbran con su belleza.
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El Gran Arrecife Maya, el segundo en extensión mundial, abraza la costa de la Península de Yucatán, desde Cabo Catoche, al norte de Quintana Roo, y se extiende por las costas de Belice, Guatemala y Honduras. Este lugar exhibe una biodiversidad marina impresionante y es un testimonio de la fragilidad de nuestros ecosistemas marinos.
En Quintana Roo también se ubica la Reserva de la Biosfera de Sian Ka’an. Este paraíso es perfecto para los amantes de la vida silvestre y la conservación.
El Cuyo es una joya escondida en Yucatán. Este tranquilo pueblo pesquero, muy cercano a Quintana Roo, cautiva con sus playas de arena blanca y aguas turquesas del Golfo de México. Al ser parte del Parque Natural Reserva Ría Lagartos, destaca por su rica biodiversidad y ofrece un escape sereno, perfecto para disfrutar de la naturaleza virgen y avistar flamencos en su hábitat natural. Este lugar posee una gran variedad de flora y fauna, en ella habitan cientos de aves y mariposas.
La Sierra Norte de Oaxaca es un tesoro natural con paisajes montañosos y bosques frondosos a más de tres mil metros sobre el nivel del mar. Hogar de comunidades, ofrece aventuras en cascadas, ríos y senderos ideales para el ecoturismo, el ciclismo de montaña y cabalgatas. Los recorridos permiten conocer la cultura zapoteca y hospedarse en cabañas administradas por los lugareños. Al igual que otras maravillas naturales del sur de México, este lugar goza de una gran oferta gastronómica.
Este arco de piedra natural de 180 metros de altura se encuentra en la reserva de la biosfera El Ocote. Antes de llegar a él, debes hacer una caminata por la selva chiapaneca y una vez que te encuentres ahí, podrás recorrer las orillas del río La Venta, más de 400 cuevas y otras bellezas naturales como las cascadas de La Conchuda y El Aguacero.
Ubicada frente a las costas de Tuxpan, esta formación rocosa es un refugio vital para aves marinas y peces tropicales en la zona costera de la región de Los Tuxtlas. Su acceso desde el puerto de Tuxpan permite la práctica de buceo y snorkel, revelando un fascinante mundo submarino. Rodeada de aguas cristalinas, Roca Partida es un destino ideal para el ecoturismo, la observación de aves y practicar senderismo para descubrir cascadas, pozas de agua dulce y acantilados.
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