Aventura y relajación en un entorno natural

Desconéctate del estrés y de las prisas. Escápate tres días a Costa Rica, sumérgete en aguas termales, camina por el bosque lluvioso, date un masaje, duerme y escucha la naturaleza. Regresarás a tu vida cotidiana con más bríos.

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Viernes. Vuelo 631 de Taca con destino a San José, Costa Rica. Llego a este país que tiene un poco más de cuatro millones de habitantes y que cuida 23 por ciento de su territorio nacional con el sistema de áreas protegidas. El trayecto del Aeropuerto a Tabacón es de dos horas y media. Entramos por la carretera interamericana y luego por San Ramón de Alajuela.

Palos de brasil, enormes helechos, árboles de ylang ylang adornan el trayecto. A medida que pasamos por un bosque nuboso empiezo a sentir la humedad en la piel. La tensión desaparece. Paramos para tomar un delicioso café costarricense, aprovechamos para ver artesanía, como los típicos aretes de madera a mano. Ahora, continuamos. El paisaje cambia, los árboles son más grandes. Estamos en el bosque lluvioso tropical. En tercer plano se presenta imponente «El Arenal», uno de los volcanes con mayor actividad en el mundo; en ese momento, sé que hemos llegado a Tabacón. Nos hospedaremos en el Grand Resort and Thermal Spa, uno de los mejores del mundo.

Después de tomar una bebida de frutas, Hernán me lleva en un carrito de golf a mi habitación. Dejo mi equipaje y salgo a la terraza. Cierro los ojos, me interno en los sonidos y los voy separando uno por uno: el sonido del agua, los grillos, un pájaro y siempre el agua. Quizá este rumor me ordenó ir de inmediato a probar las aguas termales del hotel. Camino hipnotizada por este ambiente. Uwe me comenta que el agua del hotel, incluida la de la alberca y de las habitaciones, proviene de tres ríos diferentes.

Me instalo en una de las albercas termales, escojo la de 40 grados centígrados. Y entonces recuerdo el verdadero significado de la sigla spa (sanitas per aquam), que hace relación al tratamiento con agua o balneoterapia. El término se deriva del pueblo Spa, en Bélgica, en donde desde tiempos medievales se curaban enfermedades causadas por la deficiencia de hierro al tomar el agua proveniente de los manantiales. Me siento muy bien. Los músculos se sienten más ligeros. Puedo respirar muy profundo y no hay olor a cloro o a azufre. Dejo que la presión del agua de la cascada caiga sobre mis hombros.

Conforme a las tradiciones místicas de India, el agua está relacionada con nuestra naturaleza creativa, con las emociones y con la nutrición. Y así me siento, nutrida y profundamente relajada.

Paso el día en las aguas termales y en la alberca del hotel. Por la noche cenamos en el restaurante Los Tucanes. Y el placer proviene ahora del sentido del gusto: ensalada de queso brie, sopa de mejillones, atún al jengibre, sorbete de frambuesa, salmón en salsa de alcaparras y un creme brulée de postre.

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Por la mañana despierto y reconozco el sonido de los changos, de los grillos Emprendemos el camino a los puentes colgantes. Costa Rica, además de ser casa del seis por ciento de la biodiversidad planetaria es un país comprometido con el turismo sustentable. Disfrutamos del paisaje y la naturaleza sin dañarla. Vivimos la experiencia del bosque lluvioso con altura desde la perspectiva de los árboles. Encontramos tucanes, monos, nidos de tarántulas y todo tipo de aves. Recorremos tres kilómetros sin prisa. En algún trayecto de la caminata Uwe comenta: «recuerda de dónde vienes, recuerda en dónde estás y no te olvides del resto del mundo».  La vida puede ser vista desde otra perspectiva. Existe la posibilidad de recordar y reconocer cuál es nuestra verdadera naturaleza y volver a ella. Recordar que podemos disminuir nuestro acelerado ritmo y refrescarnos con la vida, la pura vida que nos ofrece Costa Rica. Regresamos a Tabacón y paso el resto de la tarde en el Grand Spa. Uwe remodeló hace un par de años este espacio inspirado en la arquitectura tailandesa. A diferencia de un SPA tradicional, aquí cada tratamiento se ofrece en una cabaña privada al aire libre. Cada una con jacuzzi privado. Tomo el masaje idílico que empieza con un lavado de pies, seguido de una envoltura de barro y una mascarilla de avena. Después del masaje, la experiencia concluye con un baño en el jacuzzi, en donde me ofrecen una copa de champagne y un plato de frutas. Agradezco este momento en donde observo el movimiento de la luna y escucho los sonidos del bosque.

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Hoy es el día de la aventura. Subimos en teleférico y durante el viaje nos acompañan monos y mariposas. Una vez en la cima, me dispongo a bajar por la tirolesa. Ocho trayectos con ocho cables de casi tres kilómetros de longitud. Bajamos por los cables a una velocidad de aproximadamente 80 kilómetros por hora. Siento la adrenalina y a la vez estoy calmada. La vista del volcán es espectacular. Paso la tarde en las aguas termales y por la noche llega el momento de la cena de gala. Para llegar a la cabaña privada hay que recorrer un camino iluminado por antorchas y velas. La combinación de una cena gourmet deliciosa, la ambientación y el entorno natural no podría ser mejor para cerrar con esta experiencia de un fin de semana en Costa Rica. Mañana hay que regresar a la vida real.

Logística

Taca y Mexicana de Aviación ofrecen vuelos directos a San José, desde la Ciudad de México. Tabacón está ubicado a 140 kilómetros al norte de Costa Rica. El transporte del Aeropuerto Internacional en San José al Resort tiene un costo de 80 dólares hasta 6 personas.

Alojamiento

Tabacón Grand Spa Termal Resort. Tel: (++506) 460-2020  www.tabacon.com. Costos: De 235 a 375 dólares en las suites recién construidas.

Para los que buscan relajación

Aguas termales, clases de yoga, temascal. Chaman tour. En el Grand Spa se ofrecen terapias tradicionales y además el masaje en agua Watsu y algunos tratamientos con lodo volcánico.

Para los aventureros

Safari flotante en el río Peñas blancas, puentes colgantes, caminata al Parque Nacional del Arenal. Sky Tram y Sky Trek, rappel en cataratas.