BLOG EN MOTO | Cruzando el estrecho de Magallanes

Continuamos el viaje por el último tramo de tierra Chilena continental, pasando por Punta Arenas y navegando el famoso estrecho de Magallanes.

Al terminar la maravillosa experiencia en las Torres del Paine, continuamos hacia el sur sobre terreno chileno, ahora con el objetivo de llegar a Puerto Natales. Poco a poco el terreno vuelve a cambiar, el frío viento del antártico hiela los huesos y el clima se hace mas extremo; existe poca vegetación aunque hay algunas praderas, y el paisaje sigue siendo agradable.

Arribamos a Puerto Natales, en poco tiempo y por fin pudimos ver algo de civilización después de estar durante días en el campo. También fue buen momento para comer algo sabroso, ya que habíamos pasado los últimos días sobreviviendo a base de comida enlatada y galletas.

Una vez descansados, seguimos sobre la carretera numero 9, también conocida como la Ruta del Fin del Mundo, ya que llega a los últimos confines del territorio chileno continental.

Unos 200 kilómetros más adelante nos encontramos en Punta Arenas, la ciudad mas grande del lejano sur austral. Este importante puerto comercial y militar ha sabido sobrellevar su situación geográfica y es una floreciente ciudad. Aquí tuvimos que comenzar a investigar los siguientes pasos de nuestra ruta. La más obvia era continuar en ferry hacia la Isla de Tierra del fuego, pero también nos encontramos con una posible visita a las tierra del hielo; Antártida. Durante varios días exploramos esta idea, estudiando toda posibilidad, pero los costos se hicieron muy prohibitivos, tan sólo una visita de un día nos costaría 3,000 dólares, por lo que mejor abandonamos la idea.

Siendo así, mejor nos preparamos para tomar el ferry, muy temprano por la mañana llegamos al puerto para subir las motos junto con las decenas de autos que cruzan este turbulento tramo marítimo. El barco iba saturado y tuvimos que quedarnos en la helada cubierta por no haber lugar en los camarotes. Afortunadamente, Héctor hizo buena amistad con el capitán de la nave, quien nos invitó a pasar al puente de mando. Entre historias de naufragios, vientos tormentosos y olas monstruosas, el capitán nos dejó tomar el control del ferry, y por unos momentos nos vimos navegando el famoso estrecho de Magallanes.

Esto nos dio ánimos para continuar, y al cabo de un par de horas desembarcamos en Porvenir, ya en la Tierra del Fuego. Desde aquí la aventura estaría llena de pingüinos, clima helado y terrenos desolados.