Desata tus tigres

Vernon Yates llevó uno de sus 18 tigres a una fiesta (sus tarifas varían por evento). No puedes confiar en los tigres, dijo una invitada.

Vernon Yates llevó uno de sus 18 tigres a una fiesta (sus tarifas varían por evento). «No puedes confiar en los tigres», dijo una invitada. Para demostrarle lo contrario le apostó 20 dólares a que metería su cabeza entre las mandíbulas del animal y le jalaría la lengua. Ella tuvo que pagarle. El dinero se destina al albergue Yate’s Wildlife Rescue and Rehabilitation, organismo autorizado por Florida para recibir animales en peligro.

«Trato con lo verdaderamente sucio de la sociedad», dice al hablar de escuálidos felinos en jaulas miserables. No se disculpa por su estilo controvertido. Acude con cachorros con correa a las escuelas para impartir charlas educativas y lleva a sus tigres a pasear en camioneta. Otros rescatistas permanecen al margen.

El contacto puede estresar al animal y poner en riesgo a las personas, dice Carole Baskin, inversionista de bienes raíces y fundadora de Big Cat Rescue, también en Florida. Entre 1996 y 2008 los tigres en cautiverio que hay en el mundo mataron a por lo menos 52 personas y lesionaron a muchas más, desde visitantes hasta guardas de zoológicos.

Hay algo en que los rescatistas concuerdan: los cachorros son lindos, pero un felino de 200 kilos que cuesta 7,500 dólares al año no es mascota adecuada. Muchos estados restringen su comercio. Pero Louis Dorfman, de International Exotic Animal Sanctuary, dice: «Siempre habrá alguien que te venda un tigre».