Desentierran cientos de tesoros de un ‘pozo de los deseos’ de la Edad de Bronce en Bavaria

Piezas de cerámica bien conservada, joyas, cuentas y un diente de animal están entre los tesoros encontrados en el pozo de los deseos en Alemania.

Pocas veces se pueden encontrar restos de madera trabajada durante la Edad de Bronce. Más que nada porque, como sucede con la materia orgánica, se descompone en el seno de la Tierra. Sin embargo, un equipo de arqueólogos en la región alemana de Bavaria encontró un pozo de los deseos rebosante en tesoros antiguos.

A diferencia de los pozos de los deseos contemporáneos, parece que los pobladores prehistóricos depositaron ahí sus bienes con fines rituales. Más de 70 vasijas, cuentas de ámbar y varios alfileres se encontraron al interior. Con base en la datación realizada, parece ser que las piezas encontradas al interior de esta estructura prehistórica tienen al menos 3000 años.

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Como sacrificios para una cosecha abundante

De acuerdo con los investigadores a cargo del estudio, por parte de la Oficina Estatal de Conservación de Monumentos de Baviera, los artículos que se encontraron en el pozo de los deseos estaban pensados como sacrificios. Especialmente, dicen los arqueólogos, para dar comienzo a un ciclo abundante de cosechas.

Encontrado en la ciudad bávara de Germering, estos son los artefactos prehistóricos que se exhumaron para la excavación:

• Más de 70 vasijas de barro bien conservadas
• Tazones, tazas y ollas decorativas muy bien conservadas
• 26 alfileres de bronce para túnicas
• 4 cuentas de ámbar
• 2 espirales de metal
• 1 brazalete
• 1 diente de animal montado sobre una pala de madera

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Un hallazgo único en su tipo

De acuerdo con la traducción de un comunicado, la vajilla encontrada no era de uso cotidiano. Por el contrario, los investigadores explican que estaba destinada para ‘ocasiones especiales’. A pesar de que la base de la estructura se humedeció por las aguas subterráneas, la estructura del pozo está prácticamente intacta.

Al respecto, el arqueólogo de la institución, Jochen Haberstroh, se maravilla dar que una estructura de madera sobreviva tan bien más de 3 mil años. De hecho, calificó al hallazgo como «extremadamente raro»:

«Esperamos que esto nos proporcione más información sobre la vida cotidiana de los colonos en ese momento», concluye el especialista.

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