Exploradores salvan a un cachorro abandonado

La mascota terminó uniéndose a un emprendimiento de los becarios de National Geographic.

Cedar Wright, becario National Geographic y su compañero de expedición, Alex Honnold son adictos al sufrimiento y la exploración. Poco después de escalar las quince cumbres más altas de California durante una expedición convenientemente llamada ?Sufferfest?, el dúo de aventureros emprendió camino en Sufferfest 2. Para esa ambiciosa misión, Wright y Honnold se pusieron como límite solo tres semanas para recorrer casi 1,300 kilómetros en bicicleta y escalar 45 de las torres más icónicas del suroeste estadounidense.

Claro está, semejante expedición obliga a renunciar a las comodidades de casa. Por ejemplo, dice Wright: ?A veces estás en medio de la nada y tienes que ir al baño, así que sales del camino y orinas detrás de un arbusto?. Pero lo que Wright encontró en una de esas escalas técnicas fue completamente inesperado. ?Tenía que hacer pis, de modo que detuve la bicicleta al azar en el desierto y de pronto, escuché como un gemido. Al principio no supe qué era, pero luego di un vistazo y encontré un cachorrito acurrucado dentro de un neumático viejo, escondiéndose del viento. Fue evidente que lo habían abandonado?.

El cachorro, que los exploradores nombraron Sufferpup, transformó rápidamente al dúo de aventureros en un trío de aventuras.

Wright recuerda: ?Lo saqué del pequeño neumático y pensé, ?¿Qué hago contigo? ¿Qué te doy de comer??. Por supuesto, no llevábamos alimento para perros ni leche para cachorros. Y me dije, ?Bueno, a esta edad probablemente tomaría leche o algo así?, y entonces se me ocurrió, ?Tenemos queso de hebra?. Mojé mi pulgar en agua y se lo ofrecí. Succionó el agua y luego mordisqueó el queso. Y se comió casi toda la barra?.

Cosa nada sorprendente, el queso provocó que Sufferpup evacuara copiosamente su intestino en los sacos de dormir de los exploradores. Eso no disminuyó el afecto de los hombres por el nuevo integrante del equipo, aunque decidieron dar al cachorro su propio refugio. Wright explica, ?Para mí, una de las cosas más importantes es beber una cerveza fría al final del día. Por ello, teníamos una caja de cervezas vacía y pensamos, ?Será la perrera ideal para Sufferpup?. Así que tomamos la caja de cartón, hicimos un agujero, pusimos dentro algunos trapos y se convirtió en la perrera de Sufferpup, su pequeño hogar. Cuando salíamos a escalar, se escondía en su caja de cervezas para protegerse del viento y la arena, y luego bajábamos para darle de comer?.

Aunque una adición inesperada a Sufferfest 2, Sufferpup no fue menos importante. ?Se convirtió en nuestro compañerito, nuestra mascota para Sufferfest?, prosigue Wright.

?Me sentí muy agradecido por la presencia de Sufferpup, porque cuando te esfuerzas hasta el límite, montas en bicicleta más allá de lo que quieres y escalas mucho más de lo que realmente deseas, al terminar el día es muy alentador regresar y encontrar un cachorro adorable que se acurruca contigo. No creo que lo hubiéramos logrado sin Sufferpup?.

Mira: El encuentro en video (en inglés):

Y sin los exploradores, tampoco es probable que Sufferpup hubiera sobrevivido. ?Pasó de ser una criatura que temblaba al borde de la muerte a estar lleno de energía, con un pelaje que empezaba a brillar y a convertirse realmente en un cachorrito feliz?, dice Wright, acerca de la transformación de Sufferpup. Wright también se aseguró de que Sufferpup tuviera adonde ir después de la expedición. ?Sufferpup quedó bien parado. Unos amigos lo adoptaron y ahora come comida orgánica para perros en Boulder, Colorado. Así que hubo un final feliz para Sufferpup?.

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