Uno de los misterios que más ha alimentado la especulación es el Triángulo de las Bermudas. Esta zona del Atlántico se encuentra delimitada, aproximadamente, por tres puntos: Florida, Puerto Rico y las islas Bermudas. Desde hace varios años, la región se encuentra en el centro de inexplicables desapariciones de barcos y aviones.
Los más antiguos reportes oficiales de estos sucesos se remontan a mediados del siglo XIX. Sin embargo, fue hasta el XX cuando las piezas de este enigmático rompecabezas comenzaron a unirse, dando por resultado uno de los misterios más populares de los océanos. ¿Qué ocurre en el Triángulo de las Bermudas? Esto es lo que sabemos.
Aunque la mayoría de las teorías del Triángulo de las Bermudas tienen su origen a lo largo del siglo pasado, los extraños hechos vinculados a esta región vienen de cientos de años atrás. De acuerdo con History, Cristóbal Colón, en su primer viaje hacia el Nuevo Mundo, recorrió la zona y presenció el impacto de una gran llama en el mar. Además, el navegante informó sobre lecturas erráticas de la brújula.
El arte también ha reforzado el aura que circunda al misterio. Se dice que la obra, La tempestad (1611), de William Shakespeare está fundada en un naufragio real que tomó lugar en las Bermudas. Pese al valor de la anécdota, el hecho fue hilado muchos años después al resto del enigma.
No obstante, los primeros informes oficiales de desapariciones en el Triángulo de las Bermudas comenzaron a reportarse durante el siglo XIX. Según Britannica, ya en esos tiempos, se descubrieron barcos que fueron abandonados sin motivo aparente, mientras que otros no dejaron rastro alguno y ni siquiera emitieron señales de socorro.
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Entrado el siglo XX, Joshua Slocum, marino y escritor canadiense, desapareció en el Atlántico. Este hombre pasó a la historia por ser la primera persona en circunnavegar la Tierra en solitario. No hay claridad respecto a qué le sucedió, aunque algunas fuentes atribuyeron el acontecimiento al Triángulo de las Bermudas.
En marzo de 1918, un carguero de la Armada estadounidense, con más de 300 seres humanos y 10 mil toneladas de mineral de manganeso a bordo, se hundió en algún lugar entre Barbados y la bahía de Chesapeake. Incluso contando con los recursos para enviar una señal de socorro, el navío no lo hizo. Además, en la exhaustiva búsqueda no fueron hallados los restos.
Dentro del marco de estos casos de desapariciones, en 1964, Vincent Gaddis, un escritor estadounidense de la revista Argosy, se refirió por primera vez a esta área del Atlántico como Triángulo de las Bermudas.
Los océanos suponen por sí mismos un misterio para los seres humanos. La inmensidad de esta parte del planeta y la dificultad para explorar las zonas más profundas han dado lugar a todo tipo de especulaciones sobre aquello que se desconoce. Al presentar tantas interrogantes, el Triángulo de las Bermudas no está exento de la misma tendencia.
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Sobre lo último, ciertos textos han avivado con fuerza el asunto. Es el caso del escritor Charles Berlitz, quien publicó un libro, homónimo a la misteriosa región del Atlántico, en 1974. En añadidura, están las muchas ideas que se barajean sobre el tema. Algunas son:
Desde luego, los científicos no han perdido de vista al Triángulo de las Bermudas. La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) indica que pueden darse explicaciones más rigurosas acerca de lo que acontece en este lugar. Entre ellas figuran la emanación de gas metano de los sedimentos oceánicos y las perturbaciones en las líneas de flujo geomagnético.
Esta agencia científica de los Estados Unidos señala, también, que las condiciones medioambientales podrían explicar casi todas las desapariciones. Por ejemplo, está el hecho de que la mayoría de las tormentas tropicales y huracanes del Atlántico atraviesan el Triángulo de las Bermudas. Luego, debe considerarse el gran número de islas que existen en el mar Caribe, las cuales crean varios puntos de aguas poco profundas y pueden poner en peligro a las embarcaciones.
La Marina y la Guardia Costera de Estados Unidos aseguran que no hay explicaciones sobrenaturales a los hechos del Triángulo de las Bermudas. Incluso, agregan, las fuerzas de la naturaleza, aunadas a la falibilidad humana, superan cualquier producto de la ficción. Por si fuera poco, no hay evidencia de que las desapariciones se presenten con más frecuencia en esta zona que en otras igual de grandes y transitadas de los océanos.
«En una revisión de muchas pérdidas de aeronaves y embarcaciones en la zona a lo largo de los años, no se ha descubierto nada que indique que los siniestros se debieran a otra cosa que a causas físicas. Nunca se han identificado factores extraordinarios», menciona la Guardia Costera de Estados Unidos a History.
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