Así es el Cornechiniscus mystacinus. / Crédito: Piotr Gąsiorek
Vistos bajo el microscopio, los tardígrados son seres regordetes con 4 hileras patas cortas. Por la manera en la que se mueven —casi con torpeza—, la comunidad científica se refiere a ellos como ‘osos de agua’ coloquialmente. Dependiendo de la especie, su cuerpo mide entre 0.05 y 1.2 milímetros de largo, a lo sumo.
A pesar de sus dimensiones minúsculas, las más de 300 especies de tardígrados registradas en el planeta tienen una característica en común. Todas han demostrado ser increíblemente resistentes a la sequía, la falta de alimentos y la radiación cósmica. Recientemente, una especie más se sumó a la lista: se les denominó Cornechiniscus mystacinus, un género bastante más robusto que los demás, oriundo de los picos más altos de Asia Central.
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Los tardígrados son animales microscópicos segmentados, que habitan en entornos acuáticos y entornos húmedos. Algunos de sus lugares favoritos para vivir son los musgos y líquenes, por ejemplo. Se les conoce, además, como ‘extremófilos’, por su capacidad extraordinaria para sobrevivir en condiciones precarias durante muchos años.
En promedio, explica Science News, un tardígrado puede vivir hasta 60 años. La mitad de su vida puede pasarla sin alimento ni agua, y aún así funcionar correctamente. Y lo que es más: son capaces de soportar 1000 veces más radiación que cualquier otro ser vivo en la Tierra, incluidos los seres humanos. Por esta razón, han sido objeto de estudio científico para los viajes espaciales de largo aliento.
Recientemente, un equipo de investigación del Departamento de Evolución de Invertebrados en la Universidad Jagiellonian, en Polonia, encontró una nueva especie de tardígrado, nunca antes analizada en la historia. Más grandes y robustos, su aparición confirma la multiplicidad de géneros con la que la especie cuenta en la actualidad.
La nueva especie de tardígrado fue denominada Cornechiniscus mystacinus. Los investigadores de la universidad en Polonia aseguran que, principalmente, «se encuentra en las montañas que rodean Tashkömür en la región de Jalalabat en el norte de Kirguistán», según un comunicado. El estudio se publicó .
Además de documentar la existencia de los Cornechiniscus mystacinus, este hallazgo arroja nueva luz sobre la hipótesis sobre que el género es originario de Asia Central. Parece ser que la especie presenta dimorfismo sexual, por lo que las hembras son más pequeñas, mientras que los machos son más delgados.
De acuerdo con las observaciones de los científicos, publicadas recientemente en Zoologischer Anzeiger, estos animales se caracterizan por ser «color amarillo a naranja oscuro, tiene un cuerpo macizo y regordete, ojos grandes, redondos, negros y cristalinos, largos cirros peribucales (filamentos sensoriales) y garras suaves».
Así como otras especies de tardígrados, ellos viven en líquenes y musgos expuestos a periodos prolongados de sequía, explican los autores. Además, es posible que se encuentren en todos los continentes, exceptuando Australasia y la Antártida.
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