Vacas por internet

En Alemania, las personas pueden elegir y comprar a distancia la res que desean comerse.

La vaca número 9,141 reposa en el establo de una granja en el sur de Alemania masticando plácidamente unas hierbas. Ignora -felizmente para ella- que en ese mismo momento está siendo comprada online por su futuro consumidor y que en breve será trasladada al matadero.

El ejemplar de la hacienda del ganadero Ralph Nolle, cerca del lago Constanza, fue puesto a la venta en una nueva plataforma de Internet llamada "Kaufnekuh" (algo así como "Compra una vaca"), un sistema para elegir y compartir un animal que promete más transparencia y calidad al consumidor final.

Alrededor de un 82 por ciento de la vaca 9,141 tiene ya dueño en Internet. Cuando el porcentaje llegue al 100 por ciento, el animal será sacrificado y carneado. Los compradores que realizaron su pedido online recibirán un paquete de carne por correo.

El fundador de la iniciativa, Yvo van Rijen, asegura que fue una "frustración personal" la que lo llevó a pensar en la posibilidad de usar internet para comercializar carne. "Un día estaba en el supermercado con un envase de carne en la mano y comencé a preguntarme de dónde vendría realmente", explica.

El resultado de esa pregunta fue el sitio web -y la aplicación correspondiente para teléfonos móviles- en donde el cliente puede pagar en torno a los 100 euros (108 dólares) por un paquete de siete kilogramos de carne que incluya diversos tipos de corte.

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Van Rijen comenzó el proyecto en 2014 vendiendo vacas online en Holanda. Según sus propias estimaciones, despachó unos 400 animales sólo en ese país. En noviembre de este año dio el salto a Alemania y vendió hasta ahora seis vacas. "Y estamos listos para comenzar a expandirnos", promete sin más detalles.

La nueva plataforma encaja bien con el público alemán, tan amante de la carne (en 2014 el país consumió un promedio de 29.5 kilos por persona) como exigente en materia de calidad y cuidado del animal. Pero no todos se entusiasman con la idea.

Voces en contra

Cornelie Jäger, responsable de la oficina de protección de los animales en el estado federado de Baden-Württemberg, se muestra escéptica sobre las perspectivas de crecimiento de la venta de carne online.

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"Tal vez sólo interese a quienes ya desarrollaron algún modo de consciencia en la materia", señala Jäger, cuyo apellido, irónicamente, significa "cazador" en alemán. Por otro lado, alerta, es importante que los envíos cubran distancias cortas para poder garantizar la calidad de la carne.

Lo cierto es que, aunque la iniciativa se suma a otras similares como "Pick a pig" (escoge un cerdo) o "Meine kleine Farm" (mi pequeña granja), la venta de carne online sólo cubrió un 0.4 por ciento del total el año pasado en Alemania.

La asociación alemana de defensa de los animales destaca por eso la importancia del carnicero tradicional y recuerda que también puede garantizar calidad. "Al comprar allí se puede recibir el consejo de un experto, es el lugar en el que el cliente tiene mayor control", apunta un portavoz.

Van Rijen admite que sus clientes sólo pueden fiarse de su palabra. "Kaufnekuh" promete carne "realmente buena" con un origen conocido por la compañía, pero el producto carece de sello oficial. "La gente tiene que fiarse de nosotros", señala el emprendedor.

Confianza tiene el granjero Ralph Nolle, que ve la plataforma como un vehículo para vender mejor sus animales. "Es un nuevo modo de comercialización que queremos probar", explica. Si la hasta ahora "start-up" sigue creciendo, Nolle puede imaginarse poniendo a la venta más de sus vacas en Internet.

"Los animales tienen que cumplir los criterios de ‘Kaufnekuh’: deben ser pesados y haber sigo engordados con pienso del campo del granjero", destaca. En su caso, las vacas se alimentan de maíz, hierba y heno de la propia hacienda, lo que tiene un efecto positivo en la calidad de la carne, según Nolle.

Andre Baumann, director de la Federación de Protección Natural de Baden-Württemberg, ve una ventaja añadida a la venta online de carne: reduce la distancia entre ganadero y comprador.

"Me parece muy importante que un trozo de carne no venga del congelador, como pueden pensar hoy muchos niños, sino de un animal que alguna vez vivió y tuvo sentimientos. El vínculo personal es muy importante", sostiene. "Ahora, con Internet, es posible volver a generar cierta relación con el animal".