Ubicado al norte de India, es uno de los rincones más bellos de los Himalayas.
Las montañas de nieves eternas se levantan como un omnipresente telón de fondo. En cada rincón, en cada lugar, hay cumbres blancas que se elevan más allá de los ocho mil metros de altura. Todo es imponente en esa geografía en la que los cielos parecen estar tan cerca, casi al alcance de las manos. Ubicado en el norte de India, el Parque Nacional Singalila es uno de los sitios más hermosos que puedan hallarse en la región de los Himalayas. Rodeado por algunos de los picos más altos del planeta, es un área protegida cuya riqueza natural no reside únicamente en la belleza de los paisajes sino también en su prolífica vida salvaje que incluye numerosas especies exóticas como pandas colorados, leopardos nebulosos, martas de garganta amarilla y pangolines. Esta diversidad animal le valió a Singalila ser declarado Santuatio de Vida Salvaje en 1986, exactamente seis años antes de que el gobierno indio convirtiera esta zona en un Parque Nacional.
Conoce más sobre este increíble lugar en la revista National Geographic Traveler de noviembre.