¿Cómo sabes si un animal es macho u hembra?
Humphrey Mulenga escribió al equipo de National Geographic: ?Si no eres científico, ¿cómo puedes distinguir entre las hienas hembra y macho??
Sucede que esos depredadores africanos son famosos por sus trucos, incluso por lo que hacen con sus genitales.
Pistas
Las hienas moteadas hembra ?tienen el clítoris alargado, parecido al pene del macho?, informa en un correo Sarah Benson-Amram, zoóloga de la Universidad de Wyoming.
Y esos pseudo-penes (o pseudofalos, como se les llama) se acompañan de ?testículos?, que en realidad son labios de la vulva fusionados rellenos de tejido graso.
Entonces, ¿cómo puedes diferenciar a las hienas moteadas hembra de los machos? He aquí una pista.
Los dos géneros tienen erecciones cuando se excitan, explica Benson-Amram.
?Si el falo termina en punta, es un macho; si es romo y completamente recto, es una hembra?.
En cualquier caso, es difícil distinguir un detalle tan pequeño, así que puedes usar otra estrategia que propone en un correo Heribert Hofer, del Instituto Leibniz de Zoología e Investigación de Fauna.
?También puedes reconocer inequívocamente a las hembras porque, cuando tienen crías, sus tetas se vuelven muy prominentes?.
A veces es útil observar el tamaño corporal, agrega Benson-Amram. Las hembras son más grandes, y el vientre de los machos se curva hacia arriba en el punto donde se unen los cuartos traseros.
Y ya que abordamos el tema, entérate de que los pseudo-penes no están de adorno: las hembras dan a luz por el ?pene?, el cual ?se rasga cuando pasa el primer cachorro?, dice Benson-Amram. De modo que una cicatriz rosada debido a la rasgadura del pseudofalo también indica que es una hembra.
Damanes del Cabo
Es difícil determinar el género de muchos animales, y en general, el tamaño ?no es un indicador muy confiable?, apunta Hofer. Por ejemplo, los machos y las hembras de muchas especies monógamas, como algunos miembros de las familias canina y equina, son del mismo tamaño.
Las especies que compiten por numerosas hembras despliegan colores brillantes o adornos impresionantes, como la cornamenta de los alces o las colas de los pavos reales, agrega Hofer.
En contraste, las especies que forman pareja no tienen tanta competencia, ?no existe la necesidad evolutiva de mostrar rasgos sexuales específicos,?, interpone Amiyaal Ilany, investigador postdoctoral de la Universidad de Pennsylvania. (Lee: ¿Cómo coquetean los animales?)
Ilany estudia al damán del Cabo (o damán roquero), mamífero africano parecido a los roedores, que no es monógamo y cuyos dos géneros son idénticos. La única diferencia física es que el macho tiene el cráneo más ancho, informa Ilany.
Mas el aspecto no lo es todo.
Para averiguar la identidad de los damanes, tienes que usar el oído: los machos "cantan" (emiten distintas vocalizaciones) para atraer pareja, mientras que las hembras no cantan en absoluto. (Escucha el canto de un damán del Cabo AQUÍ)
Es probable que las hembras elijan compañero escuchando sus cantos; un método que permite que los machos se exhiban sin recurrir a colores llamativos.
Aroma y sensibilidad
Es muy complicado distinguir el sexo de las serpientes, dice en un correo Robert Espinoza, biólogo de la Universidad Estatal de California.
?Quizás porque, más que pistas visuales, las víboras usan el olfato para encontrar pareja?, explica.
También hay muchos lagartos en los que ?determinar el género es casi imposible, o al menos muy difícil?. Sin embargo, hay especies en las que machos y hembras difieren tanto que, al principio, se pensó que eran especies distintas, como es el caso de la lagartija de lava (Tropidurus melanopleurus), lagartija endémica de Sudamérica.
Como puedes ver en la foto, las hembras de esta especie son coloridas, pero los machos parecen recién salidos de una fiesta de pintura corporal.
Luego tenemos a las numerosas especies que cambian de sexo, sobre todo entre los peces. Un ejemplo es el mero estriado (Epinephelus striatus) que inicia la vida como hembra y luego se transforma en macho.
En resumen: cuando conozcas a un animal salvaje, no digas ?señor? o ?señora?. Solo di ?¡Hola, tú!?.