Pista: No son los grandes felinos
No hay mucha información sobre las garras de los animales, particularmente en cuanto a las uñas más cortas, pero dimos un vistazo a un puñado de animales con largas garras que jamás podrían dormir en una cama de agua.
Empecemos por el armadillo gigante que mide casi un metro (90 centímetros) y cuya garra más larga puede crecer hasta 20 centímetros.
Eso significa que el tamaño de la garra equivale a 22 por ciento de la longitud del cuerpo: la proporción garra-cuerpo más larga de cualquier animal vivo, dijo en su correo Mariella Superina, presidenta del Grupo Especialista en Osos Hormigueros, Perezosos y Armadillos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Solo para comparar, entérense que mi estatura es de 1.65 metros y si mis uñas tuvieran esas mismas proporciones, medirían poco más de 30 centímetros de largo. Tal vez por eso los armadillos gigantes no teclean.
Naturales de Sudamérica, los armadillos gigantes usan sus enormes garras para escarbar en busca de presas.?Son animales nada agresivos?, pero si se sienten amenazados, ?es probable que traten de defenderse con sus garras delanteras?, informa Superina.
A escarbar
Igual que los osos hormigueros y los perezosos, los armadillos pertenecen al superorden Xenarthra, que incluye animales insectívoros con grandes garras nativos de los trópicos del continente americano, explica Don Moore, subdirector del Zoológico Nacional Smithsoniano en Washington, D.C.
El apacible perezoso de tres dedos cuelga de los árboles de bosques tropicales valiéndose de garras que pueden medir hasta 10 centímetros. Como su tamaño promedio es de 58 centímetros de largo, su proporción garra-cuerpo es de 17 por ciento.
En cambio, el perezoso de dos dedos es más grande y puede medir hasta 70 centímetros, de manera que su proporción garra-cuerpo de 14 por ciento.
Las garras del oso hormiguero gigante también miden 10 centímetros. Son ?tan largas que caminan sobre ellas??, dice Moore.
Excepto por la incomodidad que causan para desplazarse, las garras son estupenda defensa para el desdentado hormiguero, que a veces debe vérselas con poderosos jaguares.
Los topos nariz de estrella no pertenecen al superorden Xenarthra, pero son dignos de mención. Este mamífero excavador, famoso por su enorme apéndice estrellado, tiene otra particularidad digna de nota: las garras más grandes de cualquier especie de topo.
Sus garras equivalen a 1/6 del largo de su cuerpo o 6.5 por ciento, revela Moore.
Estados Unidos tiene garra
En cuanto a las aves, la arpía mayor estadounidense, cuyo territorio abarca de Centro a Sudamérica, es un fuerte contendiente para las garras más largas: miden 10 centímetros, dice Bryan Bedrosian, del Centro Teton de Aves de Rapiña.
Y por mi parte, definitivamente me mantendría bien lejos del casuario, nativo australiano que tiene una garra de casi 13 centímetros de largo.
En el otro extremo del espectro tenemos a los búhos pigmeos y a los mochuelos de los saguaros, con garras minúsculas; cosa nada sorprendente debido a su tamaño, dice Bedrosian.
Ah, y yo también. Jamás he podido tener uñas largas.