El barrio de Oost puede ser una gran opción para tu próxima visita en Holanda.
Todo turista que visita Ámsterdam sabe de la notable presencia de la bicicleta como principal medio de transporte, de las peculiares casas flotantes, el Museo Van Gogh, la Casa de Ana Frank y el Rijksmuseum.
Sin embargo, Ámsterdam tiene mucho que ofrecer más allá de Centrum, Jordaan y el afamado barrio rojo.
Pronunciado en español como “oust”, este conjunto de barrios al este de la ciudad ofrece una buena alternativa para los viajeros que quieren salir de lo común. Ya que, alberga fascinantes museos, zonas verdes, restaurantes exquisitos y la arquitectura más impresionante de la ciudad.
Una excelente manera de comenzar tu recorrido por Oost, es paseando en bicicleta por el barrio.
1. Weesperzijde, cuyos senderos ofrecen una relajante vista del río que le dio su nombre a la ciudad de Ámsterdam, el Amstel.
2. A pocos minutos se encuentra el vanguardista Volkshotel que, además de ser una excelente opción de estadía para todo tipo de turistas, es también una incubadora de artistas y grandes emprendedores de la zona. Aquí se reúnen pintores, músicos y diseñadores para disfrutar de vistas panorámicas en la terraza de Canvas o música moderna en el sótano Doka.
3. Para relajarse en familia, disfrutar de la naturaleza o de un picnic, el lugar ideal es el histórico Oosterpark, que además de ser el primer parque de la ciudad –fundado en 1891– es también la sede de grandes eventos y festivales culturales durante todo el año.
4.A su vez, el majestuoso Tropenmuseum, uno de los museos más bellos de los Países Bajos, deleita a sus visitantes con sus exhibiciones etnográficas y educativas diseñadas para niños y adultos.
5. Una visita a Oost no estaría completa sin pasar por Dappermarkt. Este es un diverso y colorido mercado con más de 250 locales. Además, aquí puedes encontrar desde tulipanes hasta los tradicionales y deliciosos Stroopwafels. Esta es una especie de galletas elaboradas con dos gofres redondos rellenos de caramelo.
6. El molino De Gooyer. Esta estructura de madera solía ser un molino de harina que hoy adorna las calles de la ciudad y la vecina cervecería artesanal, Brouwerij ‘t IJ.
7. Finalmente, para los amantes de la comida, el pintoresco restaurante De Kas se encuentra entre los favoritos de citadinos y turistas. Conformado por antiguos invernaderos donde cultivan sus ingredientes y rodeado por jardines frondosos. Por lo que, los comensales pueden disfrutar un menú 100 % orgánico.
8. Tanto De Kas como la histórica casa Huize Frankendael se encuentran en el extenso parque Frankendael. Con sus siete hectáreas de territorio, contiene esculturas y jardines tan hermosos que no tienen nada que envidiarle a Versalles.
Tips:
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Texto: Grecia Balboa Seas
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