La Tierra es un monstruo: ésta es la historia del Monumento 9 de Chalcatzingo

Esta es la historia del Monstruo de la Tierra, el monumento olmeca que fue repatriado a México desde Estados Unidos en marzo de 2023.

El comunicado provino de las autoridades del Instituto Nacional de Antropología y la Secretaría de Relaciones Exteriores de México. La pieza arqueológica había sido sustraída ilegalmente del país en los años 60 y se encontraba en una colección privada en Colorado, Estados Unidos. Tras un gran esfuerzo por parte de las instancias mexicanas y el gobierno norteamericano, el 23 de mayo el Monstruo de la Tierra arribó por primera vez en la historia al Museo Regional de los Pueblos de Morelos, en la ciudad de Cuernavaca. Su destino final será el sitio arqueológico de Chalcatzingo, Morelos, donde originalmente perteneció.

Chalcatzingo: una ciudad inusual

Se ha estimado que la ciudad de Chalcatzingo floreció entre los años 1500 y 450 antes de nuestra era, siendo uno de los asentamientos urbanos más antiguos del centro de México. El sitio se caracteriza por una marcada influencia de la cultura olmeca, perceptible sobre todo en los elaborados petrograbados que sus habitantes realizaron en la ladera del Cerro Chalcatzingo. En las imponentes obras de arte, que fueron ejecutadas con fines rituales, se encuentra condensada la cosmovisión de este pueblo.

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La Tierra es un monstruo

Durante milenios, el pensamiento mesoamericano concibió a la Tierra como un ser temible, en el que a menudo se combinaban las características de reptiles, anfibios y otros animales acuáticos de grandes dimensiones. Eternamente hambriento, el monstruo de la Tierra exigía sacrificios a cambio del crecimiento de la vegetación y el sustento de la vida. Su boca eran las cuevas, portales por los que se podía acceder al Inframundo. Se ha teorizado que el Monumento 9 de Chalcatzingo representa las fauces abiertas de este ser monstruoso a manera de entrada a la región de la muerte.

Vida y milagros de un monumento

Datado entre los años 800 y 400 a.C., el Monstruo de la Tierra comparte muchos rasgos estilísticos con otros petrograbados de Chalcatzingo. Es por esto que el arqueólogo David C. Grove lo identificó como proveniente del sitio, tras localizarlo dentro de una colección privada en los Estados Unidos en 1968. Todavía desconoce la fecha de su extracción, al igual que la localización exacta de su origen, por lo que se ignora también su uso específico y su contexto arqueológico. Al ser una pieza de grandes dimensiones (1.8 metros de altura por 1.5 de ancho), se especula que habría sido parte de rituales de fertilidad, en los que un miembro importante de la comunidad atravesaría el portal formado por la boca del monstruo. Simbólicamente, este individuo se estaría internando en el Inframundo, fuente de la fecundidad terrestre, así como morada de las deidades de la lluvia.

A lo largo de los años, el Portal al Inframundo se exhibió de forma temporal en algunos museos, pero en la década de 1990 desapareció. Desde entonces, tanto David C. Grove como otros especialistas de la cultura olmeca expresaron su preocupación por encontrar el Monumento 9. Tras más de 30 años de búsqueda fue localizado por la Unidad de Tráfico de Antigüedades de Manhattan. Un día antes del retorno del Monstruo de la Tierra, David C. Grove, el máximo estudioso de la zona arqueológica de Chalcatzingo, falleció.

Hoy, gracias a una gestión binacional, el monumento tallado en granodiorita se encuentra expuesto en la ciudad de Cuernavaca. De acuerdo con el anuncio de las autoridades, la pieza volverá a Chalcatzingo en 2024.

Este artículo es de la autoría de Rodrigo Ortega Acoltzi, quien investiga y escribe sobre arte. Puedes leer más de su trabajo aquí.

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